¡No caigas en la tentación de los préstamos personales!

A poco más de dos años de la pandemia por Covid-19, la economía comienza a ver ligeros signos de recuperación. Sin embargo, la inflación registrada en los últimos meses (no solo en México) ha hecho que nuestro poder adquisitivo se vea disminuido.

Bajo este escenario los bancos han aprovechado para “relanzar” su esquema de créditos personales utilizando la necesidad o la urgencia de su clientela por obtener efectivo de forma “rápida y segura”. Muchas veces basta con abrir la aplicación en nuestros dispositivos móviles para encontrar una “gran oferta”, darle clic y lograr tener un dinero que, sin duda alguna, nos sacará de algún apuro.

Pero no te dejes llevar. Algo básico es leer las condiciones del préstamo y la tasa de interés. Ojo, esta muchas veces está ¡por arriba del 40%! Es decir, terminarás pagando casi tres veces lo que te prestaron.

Aunque te la venden fácil, porque tu pago al crédito se te irá descontando de tu banca para que “no te sea tan pesado”. Sin embargo, verás que pasan y pasan los meses y tu deuda no va disminuyendo. Si acaso unos dos o tres mil pesos después de casi medio año.  

¿Cuál es mi mejor opción?

Lo mejor que puedes hacer cuando necesitas capital para salir de un apuro es…no pensar en solo salir del apuro. Sería más conveniente pensar en una estrategia financiera a largo plazo que nos ayude a obtener un capital que se multiplique y no solamente nos ayude a saldar una deuda.

Primero paso, asesoría

 El primer e inevitable paso es una asesoría. Para esto, debes acudir con alguien que te diga cuál es la mejor alternativa. Por ejemplo, un crédito liquidez el cual puede generarte mayores dividendos. 

Es decir, puedes acceder a una cantidad mayor de capital, pero a la vez generar un esquema financiero que te permita pagarlo en mensualidades y, de paso, el restante invertirlo responsablemente. 

Segundo paso, proyección

Si ya lograste salir de una deuda y tienes ese "sobrante" el mejor consejo que te podemos dar es: NO te lo gastes. En lugar de eso, piensa y asesórate cómo invertirlo y lograr que ese rendimiento se convierta en un apoyo para los pagos de las mensualidades de tu préstamo. 

Tercer paso, ¡decídete! 

Si tienes duda de cómo hacerlo, da clic en el botón de abajo. 

(Y recuerda, todo se trata de tener finanzas personales sanas)